En mi práctica clínica de más de 20 años de experiencia, observo en algunos de mis pacientes, que para que los resultados obtenidos con Osteopatía se mantengan en el tiempo, necesitan mejorar su tono muscular y su fuerza.
Suelo recomendar algún ejercicio para potenciar la acción de mi tratamiento pero hay casos en que la falta de tono muscular no es debida a un grupo muscular concreto, sino que el paciente precisa de un trabajo muscular de acondicionamiento global.
Por mi experiencia recomiendo que este “ponerse en forma” se haga con supervisión constante.
Para éstos casos cuento, en mi consulta, con la colaboración de Alberto Jordá, Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte, y Entrenador Superior Nacional de Fisioculturismo y Musculación.
Este es un concepto que viene del mundo del deporte de alta competición y va más allá de la rehabilitación. Es la última e imprescindible fase de la recuperación de toda lesión, que debería ser monitorizada por un readaptador profesional. Frecuentemente se pasa por alto.
Se define como el proceso de trabajo que se realiza con el deportista que se inicia cuando el deportista ya se ha curado de su lesión, es decir, que ha terminado su cicatrización, pero aún no está preparado para volver con normalidad a los entrenamientos o a la competición.
Es habitual ver en la televisión a deportistas famosos que mientras el resto del equipo entrenan con normalidad, están trabajando individualmente con el preparador físico para “ponerse a punto” y poder estar cuanto antes a disposición del entrenador. Esto es la readaptación.
Esta fase es muy importante porque si no se hace correctamente es muy probable que el deportista vuelva a recaer en su lesión. Cuantas veces hemos oído esto en los medios de comunicación,…
En Osteopatía Castellón, hemos adaptado este concepto a nuestros pacientes (no necesariamente deportistas) creando este servicio de puesta a punto supervisada, garantizando un proceso rápido y seguro, permitiendo volver a la vida cotidiana o laboral lo más rápido posible y en las mejores condiciones.
Este servicio está pensado también para personas mayores que necesitan mejorar su fuerza y no la hayan trabajado nunca.
Es una evidencia científica que a medida que nos hacemos mayores, perdemos masa muscular. De ahí la necesidad de entrenar la fuerza a medida que nos vamos haciendo mayores.
Si no se han realizado nunca, hay que hacerlo con cautela y por ello necesitan supervisión, consiguiendo los siguientes efectos beneficiosos:
Son muchos los otros efectos beneficiosos asociados al entrenamiento de la fuerza en personas mayores.
Mejora notable del estado de salud general.
Depende mucho del tipo de paciente, pero tras varios años de experiencia con pacientes no deportistas hemos comprobado que con una sesión semanal, si se siguen las pautas de nuestro readaptador, en 1 mes, es decir, en 4 sesiones, los objetivos están conseguidos.
En este tiempo, les enseñamos estrategias básicas para mejorar su autonomía y asegurar un correcto enfoque de su actividad física futura.
A partir de aquí y con lo aprendido, además de crear un hábito de vida saludable, el paciente está preparado para poder entrenar por su cuenta, manteniendo así los beneficios obtenidos.
Al finalizar la sesión, se pautará el trabajo a realizar en casa hasta la siguiente sesión. Si es necesario, se graba un pequeño video con el móvil del paciente, para que se lleve a casa su propio tutorial personalizado, asegurando que no haya dudas en la tarea a realizar.
En las siguientes sesiones se reevalúa cómo han ido los ejericios, exigencia, etc., y se continúa progresando con la misma metodología hasta conseguir los objetivos propuestos.
De esta forma aseguramos:
Si quieres saber más sobre nuesto servicio de Readaptación Funcional y Deportiva pregunta en tu próxima consulta con Eduardo Falcó sobre este servicio.